
Uno de los temas más complicados sobre los cuales hablar pero de los más comunes, es el amor. Definitivamente es la energía que nos mueve, y en esta ocasión me refiero al amor de pareja, a esos motivos importantes que ocupan la mayoría de nuestras tristezas, alegrías, ilusiones, impulsos, frustraciones, aprendizajes y desilusiones en la vida.
Existen diversas teorías, vertientes y culturas que hacen que el tema no se pueda definir clara y objetivamente, y existen tantos tipos y formas de amar, como corazones y parejas en el mundo, afortunadamente. A pesar de esta subjetividad, podemos encontrar explicaciones que ayudan a conformar nuestras elecciones en la manera de amor que vivimos.
Por ejemplo, desde los Aztecas, esto era ya un tema de importancia, ellos consideraban la unión e integración entre la pareja, aparte de considerar el deseo sexual; decían que las zonas erógenas propias y de la pareja eras muy importantes, y combinaban las visiones cosmocéntrica, teocéntrica, etnocéntrica y antropocéntrica para saber qué pareja les convenía. Ya que elegían a su pareja, continuaban con el pedimento siguiendo tres etapas en el siguiente orden:
1ª. Ellas no abrían la puerta cuando él las buscaba,
2ª. Ellos van acompañados, y ellas ya abrían la puerta en la siguiente visita,
3ª. Se llevaba a cabo la ceremonia de pedimento.
Si te das cuenta, este proceso lleva implicado lo que hoy conocemos como cortejo, deseo y roles distintos entre hombres y mujeres. Actualmente podemos hablar de infinidad de factores relacionados, y de manera práctica comentaré un poco de cada uno:
- Factor Biológico: Aquí nos enfocamos al cerebro, por tanto considera que el amor y la elección de pareja es meramente un asunto sensorial. Podemos encontrar tres etapas:
- Cerebro reptiliano. Es el más primitivo, se relaciona con el sexo, libido, deseo e instinto, lo cual indica que nos guiamos por el movimiento, el color y olor; por ejemplo entre más huelas a tu pareja, es menos probable que le seas infiel por la identificación en la memoria.
- Cerebro límbico. Proviene de los mamíferos y está relacionado con las estructuras del cerebro como amígdala, hipocampo e hipotálamo que intervienen en los procesos y regulación de las emociones, memoria e instinto sexual.
- Cerebro neocortical. Este lo heredamos de los primates. Es la parte racional y religiosa que integramos al área del amor en nuestras vidas, para conjuntar la racionalidad, espiritualidad y ternura. Estos tres factores en conjunto hablan de nuestra elección de pareja en base a nuestra biología.

- Factores socio-culturales y económicos:
Aquí es donde se nos empieza a complicar, ya que influye y varía con la cultura, educación, aprendizaje, valores, herencias y familias de origen. Así que no hay una verdad única y universal en este aspecto. Lo que sí es que hablando de la relación de pareja, para ser una buena relación, se dice que es suficiente con que el 50% sea de unión y el 50% de autonomía.
Suena fácil no? Pero imagínate, con algo sencillo; resulta que para llegar a un buen diálogo es necesario el autodiálogo primero, y este último se da con la soledad, y te pregunto, ¿Tú sabes estar solo?
Como podrás ver, hablar de pareja es al final hablar de individualidad y de madurez personal y aquí puedes poner atención a tres áreas importantes: sentido existencial, identidad y autoestima. Para integrar todo esto en el YO, hay que tomar en cuenta el sentido de la realidad, los que incluyen ideas, creencias, valores, costumbres y tradiciones, luego ver nuestros potenciales y finalmente nuestras necesidades (psicológicas, biológicas y sociales), que es lo que mueve para buscar una pareja. Pero no te preocupes, esto es en el caminar de la vida y en un continuo movimiento constante aunque ya hayamos elegido a una pareja para nuestra vida.

- Factores psicológicos: se compone de distintos elementos, son áreas más inconscientes y se determinan básicamente en la infancia:
- Anaclítico, es buscar quién llene el vacío en caso de que exista la fijación en etapa oral, por tanto aquí buscaría en ese caso, quién me complemente.
- Narcisista, realizarme a través del otro o curar, cambiar, redimir al otro.
- Sádico-anal, agredir o destruir la parte de mi yo rechazado y depositarlo en el otro. En otras palabras, significa que elegirías a tu pareja para proyectar las agresiones y la parte negativa de tu figura paterna.
- Fálico-edípico, jugar el rol de padre-hija o madre-hijo por no superar satisfactoriamente el Complejo de Edipo.

- Factores relacionales: habla sobre la complementación, de cuando buscamos nuestra “media naranja”, la ley de semejanza que dice que “para quererse hay que parecerse” y la ley de cercanía, donde decido estar con alguien que conozco a partir de actividades en común.
¿Cómo vas?, podría continuar mencionando varios aspectos que influyen o sobre los que nos podemos basar para trabajar el tema del amor, el noviazgo y la elección de pareja en nuestra vida, pero para no complicarlo más, aquí te van unas preguntas y frases que te pueden ayudar a cuestionarte sobre este asunto, como es mi costumbre:
¿Conoces tu necesidad de arranque?, ¿Qué tan frustrada o satisfecha está? Toma en cuenta cuáles son tus necesidades personales para que no hagas responsable a tu pareja de resolverlas, ya que son individuales.
Recuerda que el núcleo de los potenciales es la libertad y el amor, trata de practicarlo conscientemente en todas tus relaciones, aún las que no son de pareja.
La conducta puede modificar codificaciones genéticas. Por tanto no quieras hacer responsables a tus padres o familiares de tus “males de amor” y has tu propia historia honrando y aprendiendo de tus antepasados.
Realiza un análisis de tus expectativas de pareja, pregúntate ¿qué esperas de la relación? Para poder distinguir si son huecos internos, son internalizados social o culturalmente.
Trabaja sobre tus objetivos de vida. Mantén relaciones que te hagan crecer y madurar para poder ofrecer lo que tú quieres recibir.
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